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Fragmentos y Cartas: un artículo antiguo de un blog antiguo. ¡Espero que lo disfruten!

  • Foto del escritor: Marisa Mestiço
    Marisa Mestiço
  • 9 oct
  • 3 Min. de lectura

EPICURIO X ASTERIX


Hay muchas certezas en el mundo, y la mayor certeza es la duda. (Bertolt Brecht)

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El mundo palpita con la destrucción de la civilización, y los seres evolucionados regresan gradualmente a los orígenes de sus ancestros. La lucha ahora es sobrevivir al caos, a los conflictos que el tiempo no pudo controlar. Los humanos están exorcizando el conocimiento y fortaleciendo su ignorancia.


La visión epicúrea de este mundo, que, en medio de una civilización cambiante, descubre que el mal azota a todos, propone una reflexión sobre los valores sociales. La sabiduría es el principal remedio para curar esta enfermedad, propia de los seres racionales.


(...) Hoy en día, la mayoría de los hombres están enfermos, como si fuera una epidemia, debido a falsas creencias sobre el mundo, y el mal se agrava porque, por imitación, se transmiten los males de los demás, como ovejas. Además, es justo traer ayuda que vendrá después de nosotros. Ellos también son nuestros, aunque aún no han nacido. El amor por la humanidad nos lleva a ayudar a los extranjeros que pasen por aquí. Dado que el buen mensaje del libro ya se ha difundido, decidí usar este muro para exponer públicamente el remedio de la humanidad.

El enfoque del guionista, que enfatiza el entorno primitivo con ideas que evocan las sociedades posmodernas, convierte la lectura en un viaje cómico. El pensamiento epicúreo evoca la fantasía que rodea la felicidad como parte materializada de la humanidad. En "El Dominio de los Dioses", esto no es diferente; los personajes establecen analogías con la incomodidad epicúrea ante las apariencias, especialmente en el ámbito social. El lujo del condominio de los dioses termina siendo el bien común para los romanos, pero tampoco oculta el descontento de quienes se niegan, por miedo o desinterés, a formar parte de este mundo de superficialidad.


Epicuro, al observar las similitudes entre comunidades, propone primero el pharmakon, la medicina del conocimiento. Pero es a través de la observación profunda que llega al tretrapharmakkon, donde reúne elementos para ayudar a la civilización a sanarse de las supersticiones impuestas por la relación entre el amo y la obediencia: una medicina para crear sabios libres de ilusiones, transformando a la humanidad en seres con vocación de placer y alegría, dejando de ser manipulados como objetos; este vacío nos impide cuidar de nuestras almas.


No hay nada que temer de los dioses. No hay nada que temer de la muerte. Se puede alcanzar la felicidad. Se puede soportar el dolor.

En este clima, es posible comprender la alienación que el hombre experimenta en la relación entre su vida y su alma, como si estuviera insensibilizado por el hábito del sufrimiento. Otra situación es la fuerte conexión entre discípulo y maestro, a nivel intelectual del intercambio de información y enseñanzas, e inconscientemente, la imitación es inevitable.


—¿Qué vamos a hacer, druida? —Pondrás una de estas bellotas en cada uno de estos agujeros... Son semillas sencillas que traeré con una de mis porciones. —¿Está bien? —Podrías haberlo hecho con más austeridad, pero ahí está. —¡Prodigioso! —¿Por qué? Es un roble como los demás. —¿Pero viste lo rápido que creció? —Bueno. Es la primera vez que veo crecer un roble, así que no sé a qué velocidad suelen crecer.

En la sección "El cisne y la golondrina", enfatiza el fortalecimiento de la relación entre maestro y discípulos, con la unión ahora perpetuada por una causa común, no solo por la admiración; la sabiduría describe una línea de conocimiento capaz de brindar respuestas a sus seguidores. Como vimos anteriormente, Epicuro aclara las diferencias respecto a la sabiduría y las dos interpretaciones: el alma es un elemento culminante del desarrollo filosófico, mientras que para Obélix la materia es impresionante, mientras que Astérix absorbe la esencia de su maestro.


La obsesión por la dominación convierte el éxito en una búsqueda agotadora, y el orgullo herido ciega el razonamiento lógico. Una persona ciega siempre es más vulnerable al conformismo o la rebelión, lo que significa que carece de conocimiento. La sabiduría liberadora abre la ventana de los valores, a diferencia de la falsa satisfacción impuesta por el Estado.


Este texto fue publicado en el Blog Fragmentos & Letras el 02/02/2008 a las 8:12 am
Este texto fue republicado en Linkedin el 15/07/2019
 
 
 

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