NUNCA OLVIDES TU ORIGEN
- Marisa Mestiço
- 13 oct
- 3 Min. de lectura


Llevo unos días reflexionando mucho sobre el poder del pensamiento. La semana pasada, en Nueva York (EE. UU.), me distinguieron en los PREMIOS PORTUGUÉS BRASILEÑOS, una ceremonia de premios de la comunidad brasileña y portuguesa, donde me reconocieron como DIRECTOR DE TELEVISIÓN. Fue increíblemente alentador ver a tanta gente creer en mis habilidades y apoyar todo lo que produzco en los medios audiovisuales brasileños. A menudo, ni siquiera nos damos cuenta de cuánto nuestro trabajo ha trascendido barreras culturales, llegando a lugares inimaginables, y eso es precisamente lo que ocurrió. Mis dos últimos proyectos tuvieron público en Nueva York, Boston e incluso en Portugal.
Nada más llegar a Nueva York, conocí a un brasileño y hablamos del motivo de mi visita y de un resumen de mi año hasta la fecha. Fue enfático:
"Tienes mucha suerte, porque trabajar con comida (MASTERCHEFBR) y juegos (GILLETTE ULT), es el mejor trabajo, ¡veo ambos programas!"
¡La primera sorpresa de muchas en mi viaje rápido a Nueva York! Pero mi historia con esta ciudad se remonta mucho tiempo atrás...
De adolescente, soñaba con estar donde los actores de Broadway forjaron sus carreras. Me imaginaba cómo sería estar allí; solo podía pensar en la televisión o las revistas. Internet ni siquiera era una realidad en aquel entonces. Con el paso de los años, otros sueños tomaron el relevo y comencé a fijarme nuevas metas.
Me olvidé de Nueva York, me olvidé del teatro y me distancié de esa magia. Pero en el fondo, todo eso seguía vivo.
Pasaron muchos años, y ese sueño lejano podría haberse convertido en un plan de vacaciones, una aventura profesional, pero el tiempo me había presentado diferentes alternativas, y esa realidad me cautivaba tanto como a un adolescente. Decidí quedarme aquí. Había adquirido estructura con la madurez y la experiencia.
Cuando recibí la invitación al premio, me quedé paralizada y sorprendida, pues nunca imaginé que mi trabajo se reconocería en la ciudad que alimentó mis jóvenes e ingenuos sueños. Empezó una película. Organicé mi viaje, intenté entender por qué me nominaban como alguien destacado en ese lugar. Preparé un discurso lleno de orgullo y metáforas para impresionar. ¡Menudo error!
Llegué allí y, al escuchar las historias de los demás homenajeados, me di cuenta de que tenía una oportunidad mayor y única: poder escuchar más que hablar, y eso hice. Capté todo ese sentimiento de cada persona y pensé: «No puedo ser superficial ni vacía; necesito ser sincera, sencilla, y decir lo que vi en ese momento, sin ensayo, todo improvisado...». Y así fue.
Mi objetivo es seguir creando contenido para que os sintáis como en casa, tal como me sentí yo cuando puse un pie aquí.
Esta situación me hizo pensar en dos palabras poderosas: reconocimiento y gratitud. Siempre que alguien comparta una historia de su vida, escucha atentamente, porque estar frente a un micrófono es una gran responsabilidad. ¡Se necesita mucha valentía para contener las emociones y resumir un camino de lucha en una frase convincente!
Todo camino comienza con un sueño, ¡pero hay que prepararse para que se haga realidad!
Me encontré con muchas historias de superación, lucha, deseo y enfoque. Una cosa era segura: todas tenían algo en común: ¡resiliencia! El reconocimiento me hizo sentir como una "joven Marisa" con destellos de emoción, imaginación, vanidad, descubrimiento de lo nuevo y aventura. El privilegio de estar allí con personas reales me devolvió a la "Marisa de la gratitud", con la consolidación y la certeza de construir mi carrera. Gané credibilidad y, con ella, la confianza para saber cómo cambiar cuando fuera necesario, la humildad para sentirme parte de algo, no excluida.

¡Espero que todos los profesionales puedan experimentar esta sensación al recorrer su camino! Me siento privilegiado de hacer lo que me apasiona y de reunir a las personas con las que quiero trabajar. Gracias especialmente a quienes creen en mí y en mis proyectos.
Mi querido amigo Erick Jacquin, de quien hablábamos, habló sobre hacer realidad los sueños y el poder que tienen en nuestras vidas. Más que méritos, puso muchísimo esfuerzo en este camino. Antes de irme, me dijo:
"¡Nunca olvides de dónde vienes!"
Gracias Jacquin, me llevó un tiempo pero lo logré!
Este texto fue publicado en Linkedin el 17/07/2019




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